¿Qué es la psicología sistémico-vectorial?

[Georgy]

La psicología sistémico-vectorial, o el psicoanálisis sistémico-vectorial es una ciencia que estudia las característcas, los deseos, las capacidades de realización y sublimación en la sociedad actual, así como el entorno que rodea a las personas y sus reacciones ante el mismo. Como ciencia, la psicología sistémico-vectorial nació hace diez años. Sus fuentes principales son los estudios de Sigmund Freud, siendo fundamental su artículo “Carácter y erotismo anal”, los trabajos de Sabina Spielrein, las investigaciones de V.A.Ganzen (В.А. Ганзен) reflejados en los libros “Sistemnie opisanija v psijologii” (Descriciones sistémicas en psicología) y “Vosprijatie Tselostnij Objectov” (Percepción de objetos integrales), así como la investigación del discípulo de Ganzen, psicólogo V. Tolkachev de San Petersburgo (В.К. Толкачев) recogida en el libro “Roskosh Sistemnogo Myshlenija” (El lujo del pensamiento sistémico).

La psicología sistémico-vectorial no es una ramificación de la psicología tradicional o parte de la misma. Al igual que en otras disciplinas científicas como la matemática o la física, que se sustentan sobre una metodología, es decir, el instrumento, gracias al cual se realizan los descubrimientos y se obtienen los resultados, en el caso de la psicología sistémico-vectorial también existe una metodología con ayuda de la cual podemos investigar el desarrollo de los estados psíquicos de una persona, podemos saber cuáles son sus raíces y cómo evolucionan en el tiempo, desde el hombre primitivo hasta el hombre actual.

Actualmente, el fundador de la psicología y psicoanálisis sistémico-vectorial y la persona que se ocupa de su desarrollo, así como de las investigaciones en este campo es Yuri Burlán.

El hombre vive sujeto al principio del placer. Nosotros percibimos los buenos y los malos estados, experimentando sensaciones de mayor o menor felicidad en la vida. Siempre procuramos evitar el sufrimiento y obtener el mayor placer. Toda la vida del hombre es una combinación, en cierta proporción, de estos dos aspectos. ¿De qué depende que cada momento de existencia tenga sentido; qué hacer para sentirse feliz y satisfecho? Precisamente estos temas son el foco de interés de la psicología sistémico-vectorial.

Desde el momento de nacer nos esforzamos para entender a la gente de nuestro entorno. Primero, es un niño que trata de comprender a su madre, para poder obtener más satisfacción de ella. Después, es un adolescente que trata de entender a sus compañeros del barrio, encontrar un lenguaje común y obtener un mayor placer de la comunicación y la interacciones con ellos. Poco a poco nos vamos haciendo adultos y esperamos con ansiedad ese momento mágico del primer amor que nos llena y nos hace sentir felices. aunque en estos casos no todo y no siempre salga bien. Más tarde tratamos de entender a nuestro esposo o esposa, a nuestros hijos, a nuestros compañeros de trabajo... Nos equivocamos y volvemos a equivocarnos. Algunas veces nos parece que todos somos muy iguales, puesto que todos tenemos ojos, orejas, piernas, brazos... Otras veces, sin embargo, nos parece que todos somos completamente diferentes, puesto que nuestro vecino que vive a nuestrsa izquierda es ingeniero y el que vive a la derecha, es un ladrón reincidente.

En esta forma de percibir a las personas es donde yace nuestro principal error.
La psicología sistémico-vectorial plantea que todas las personas son iguales y diferentes al mismo tiempo.

Desde el enfoque sistémico-vectorial, ¿en qué consiste nuestra semejanza? En que cada uno de nosotros tiene ocho zonas erógenas. El concepto de zona erógena, introducido por Sigmund Freud, es fundamental en su artículo “El carácter y el erotismo anal” (1908). Freud ha sido el primero en descubrir la relación existente entre la zona erógena y los rasgos del carácter de un individuo. La psicología sistémico-vectorial descubre la existencia de ocho zonas erógenas (o mucosas) en el cuerpo humano. Además de la que ya hemos mencionado, se detectan y se describen por V.K. Tolkachev las siguientes zonas: uretral, dermal, muscular, auditiva, visual, olfativa y oral. Es evidente que cada persona tiene ojos, oídos, boca, nariz, piel, músculos, ano y uretra. Y es evidente también que todas esas zonas (mucosas) cumplen una función específica, secretora o repetiva, recibiendo o enviando información.

¿Entonces por qué todos somos diferentes? Porque cada uno de nosotros nace con un conjunto de zonas especialmente sensibles, que son capaces de transmitir a través de ellas un gran caudal de información, que nos proporciona un grupo de deseos y la capacidad para su realización, o dicho de otra forma, configura un tipo de carácter en nosotros. No hace falta convencer a nadie que existe gente con una piel aterciopelada especialmente sensible, para los cuales un roce suave, o las caricias son deseables e incluso necesarias. Al mismo tiempo, para otro, que tiene también piel, estos contactos no tienen ningún significado y pueden ser incluso desagradables. Es obvio que existen personas con buen oído de nacimiento que son capaces de escuchar una única nota mal dada en una sinfonía. Otros, que también tienen orejas, pero tienen el oído duro eso les trae sin cuidado, ni tan siquiera escuchan música. Existen personas con una visión especialmente sensible y son capaces de discernir entre muchos tonos de un color y que se les llenan los ojos de lágrimas cuando observan grandes obras de arte. Otros sin embargo sólo distinguen un tono de negro y no sufren por ello ni tan siquiera se paran a pensar en ello.

Con esto comienza el psicoanálisis y la psicología sistémico-vectorial. Sólo habla de cosas evidentes como por ejemplo si una persona tiene buen oído o no, o si tiene una alta sensibilidad para los olores o no. Como una persona que diferencia de una forma precisa los colores o los sabores construye si visión del mundo dentro de si mismo, cómo eso influye en los rasgos de su carácter y como se desarrolla esta persona antes y después de la pubertad.

Evidentemente es imposible investigar a fondo al hombre y todos los procesos mentales que ocurren dentro de el si se hace sin tener en cuenta el entorno en el que crece, se desarrolla, y en el que realiza a si mismo o no. Ni una sola persona en este mundo existe aislada del resto, en solitario. La naturaleza nos ha creado como grupo, y nos reunió en un único sistema de relaciones. Esto no solo es así para los seres humanos, sino que lo es también para todos los seres vivos que habitan este planeta. Todos ellos viven en grupos y los ejemplos pueden ser infinitos empezando por las manadas de lobos y de bisontes, las colmenas de las abejas y los hormigueros, incluso los hongos viven en colonias. Los objetivos y los problemas de cada grupo, independientemente si estamos hablando de grupos humanos o un rebaño de ovejas es evidente y es que el grupo tiene que sobrevivir y continuarse en el tiempo que es lo mismo que dar lugar a una nueva generación. Es un único organismo vivo, en el cual están presentes los ocho vectores. Cada uno de ellos desempeña un único rol dentro del total, realizando su función específica. El reparto de los roles dentro del grupo, las proporciones de los ocho vectores entre ellos, la interacción de unos con los otros y la jerarquía entre ellos se estudia a fondo por la psicología sistémico-vectorial desarrollada por Yuri Burlan. Una breve formulación de los roles principales de cada vector en el grupo se puede hacer estudiando la interacción de los hombres primitivos en la tribu, donde cada persona era portador de un vector:

1. Vector dermal. El rol principal es el de cazador de apoyo y procurador de alimentos. La función principal es la limitación y la prohibición.
2. Vector muscular. El rol principal es el ser guerrero y cazador. La función principal es la guerra y la caza.
3. Vector anal. El rol principal es el guardian de la cueva, del fuego, la lumbre y garantizar la retaguardia. La función principal es la acumulación y transmisión del conocimiento.
4. Vector uretral. El rol principal es el ser jefe de la tribu. La función principal es la ampliación del espació vital del grupo y la reproducción.
5. Vector visual. El rol principal es ser el vigía diurno de la tribu.
6. Vector auditivo. El rol principal es ser el vigía nocturno de la tribu.
7. Vector oral. El rol principal es ser heraldo, bufón y acorralar a la presa. La función principal es el grito como forma de avisar sobre un peligro.
8. Vector olfativo. El rol principal es el ser consejero del jefe de la tribu. La función principal es ser explorador estratégico y sobrevivir cueste lo que cueste.

El hombre lleva buscando la respuesta a quién es los últimos seis mil años. En ese tiempo hemos adaptado increíblemente la naturaleza inerte pasando de los raspadores de piedra a la nanotecnología. Hacemos viajes al espacio, desciframos el genoma, hemos hecho avanzar la medicina de tal forma que ya no vivimos veinticinco años como el hombre primitivo sino que ochenta. Conocemos la estructura de todas las células del cuerpo humano. Hemos creado nuestra propia biosfera alrededor nuestro que no ha existido nunca antes y ella a su vez nos ha cambiado a nosotros. Ya no nos llega con una sola zona erógena para adaptarnos a la sociedad, cada persona es portadora de tres o cuatro roles principales. Nos hemos hecho más temperamentales, tenemos más deseos y más posibilidades de realizarlos. Sin embargo, a pesar de todos los logros de la civilización moderna, no hemos avanzado nada en la comprensión de uno mismo no hemos avanzado nada.

¿Quién soy? ¿Qué sentido tiene mi vida? Muchos filósofos y científicos han tratado de responder a esta pregunta, ¡cuántos libros se han escrito sobre ella! Pero el sentido al mandamiento de “Conócete a ti mismo” no ha sido descubierto. La psicología sistémico-vectorial por primera vez da respuesta a esta pregunta. A través de nuestras zonas erógenas se perfilan nuestras capacidades y nuestro rol principal, nuestros deseos con la ayuda de los cuales nos movemos por la sabana o las megápolis modernas. El rol principal programado desde nacimiento nos induce deseos concretos, y estos deseos a su vez nos inducen pensamientos. ¿En qué forma en la que el hombre primitivo, que vive dentro de nosotros, se manifiesta en la sociedad actual, el rol que desempeña y como se sublima? ¿Cuáles son mis propiedades innatas, qué deseos controlan mi inconsciente, qué procesos ocurren ahí, cómo controlarlos? Esto es solo un pequeño fragmento de las cosas de las que habla y enseña la psicología sistémico-vectorial de Yuri Burlam.

Para que cada palabra aquí escrita adquiera significado, leed también el diccionario de los términos principales de la psicología sistémico-vectorial.*

Artículo basado en los materiales de los talleres en psicología sistémico-vectorial de Yuri Burlán.

Publicado el 2 de julio de 2010.
Traducido el 31 de enero de 2011.

*se publicará próximamente