Vector Auditivo

[Елена Ван Поведская]

Todo es vanidad de vanidades.
Mira dentro de ti mismo.
Conoce a ti mismo.


Población:
5%

Arquetipo
Relación retroactiva con los orígenes.

Papel específico
El guardián nocturno de la tribu.


Característica general

1. Color del máximo confort – azul, azul celeste
2. Geometría del máximo confort – no existe
3. Lugar dentro del cuadrante – parte interna del cuadrante de la Información – introvertido
4. Tipo del pensamiento – abstracto.

Rasgos del aspecto

Un auditivo suele ser alto y delgado, en estos casos se dice frecuentemente que “es delgado como un palo”.
No tienen mímica, ya que los músculos de la cara no están muy desarrollados.
Los movimientos de las extremidades de un auditivo son caóticos y torpes.
La mirada suele ser pensativa, como si estuviera orientada hacia adentro
La bioquímica es fría: siempre tiene los pies y las manos fríos.


Valores vitales

Dios. Lo Divino. El mundo superior.
Lo espiritual. El crecimiento espiritual. Conocimiento de uno mismo.
Búsqueda del sentido de la vida.

Cualidades personales

Egocéntrico.
Ensimismado. Enajenado. Reservado.
No expresa emociones.
Puede tener tendencias suicidas. (Depresión es un estado habitual para los auditivos, desgraciadamente, en la actualidad también es el más frecuente).

Particularidades del lenguaje
El auditivo habla en voz tan baja que apenas se le oye.
Antes de contestar a cualquier pregunta siempre hace una pausa: “¿Qué pasa? ¿Yo?...” – vuelve a preguntar como si no hubiera oído. Esto le da tiempo para salir desde dentro de sí mismo y contestar correctamente. La comunicación con otras personas resulta complicada para un auditivo, supone un gran esfuerzo para él. Muchas veces hace pausas en medio del discurso, queda en suspenso o decelera el ritmo. Cuando permanece dentro de sí mismo pierde las referencias del mundo material y a veces, incluso, se le olvida respirar, lo que le empuja a coger aire por la boca, como si estuviera ahogando. Cuando habla, muchas veces entrecierra los ojos, desconectándose del mundo percibido por la vista, centrándose en los sonidos, palabras, entonaciones. La palabra que más frecuentemente aparece en el lenguaje de un auditivo es el pronombre “Yo”.


Características y particularidades de la conducta.

Suelen decir sobre los auditivos: “No es de este mundo… es algo raro, extraño”. Son despistados… El auditivo siempre está metido dentro de sí mismo, siempre está reflexionando en algo. A veces se olvida de comer y de beber. Al percibir una fuerte debilidad en su cuerpo, no puede comprender qué es lo que le pasa. Al cabo de algún tiempo se da cuenta: “Pues, si aún no he comido nada hoy”… Al comer, recupera las fuerzas.

De día permanece semidormido y revive sólo por la noche. La noche es el mejor momento de los auditivos. En la tribu primitiva el auditivo cumplía funciones del guardián nocturno; estaba despierto cuando los demás dormían, escuchaba el silencio: ¿no se oirá un leve crujido de la rama al paso de un leopardo? En la sociedad actual los auditivos siguen “vigilando la tribu” por las noches, pero en este caso, navegando en Internet, escuchando música en cascos, leyendo libros, reflexionando sobre lo eterno. Si un auditivo debe subordinarse a un horario acostándose temprano para levantarse temprano, muchas veces puede padecer insomnios o dolores de cabeza.

Un niño auditivo en las primeras clases de la mañana permanece semidormido, ya que el día no es su mejor momento. Muchas veces los exámenes recaen sobre estas primeras horas, por lo cual este niño aumenta las cifras del fracaso escolar, mientras que los profesores frecuentemente le tildan de retrasado.

El niño auditivo no corre con los demás en los descansos entre las clases, sino está metido en algún rincón. Es un extraño, un rarito… No es muy sociable. No se mueve mucho. Los padres de los niños auditivos deben asegurarles una máxima ecología: sus hijos necesitan silencio y retiro. Unos sonidos altos son perniciosos para el niño auditivo. No se debe gritar a estos niños ni humillarlos: “¡Vaya idiota que eres! ¡Nunca puedes ser como los demás!” Escándalos, si surgen entre los padres con frecuencia, pueden provocar en el niño auditivo la neurosis, esto es: la esquizofrenia.

El vector auditivo es único en el sentido de que, a diferencia de todos los demás vectores, no tiene deseos materiales. Ni sexo, ni familia, ni dinero, ni éxitos profesionales, ni gloria, ni tan siquiera los conocimientos no le interesan al auditivo, él no persigue estos objetivos. Todos los deseos del vector auditivo están volcados en la búsqueda de Dios, de las Leyes Fundamentales del Universo, de la causa de la existencia. Incapaz de soportar esta tensión, esta carga interior, el auditivo sufre depresiones, el suicidio o las drogas pueden ser tentadores para él, también puede padecer esquizofrenia, insomnio o dolores de cabeza. Busca respuestas sobre la existencia y no las encuentra, sufriendo a causa del sinsentido de la existencia en este mundo. Un niño auditivo se hace preguntas sobre el sentido de la vida ya a la edad de 5 – 6 años: “Papá, ¿Quiénes somos? ¿Y para qué vivimos? ¿Qué es la vida? ¿Y qué es la muerte? ¿Qué queda después de que morimos? ¿Qué es el cosmos? ¿Y lo infinito?”… Cuando comienza el desarrollo hormonal intenso todas estas preguntas se desplazan hacia lo inconsciente, emitiendo desde allí señales en forma de angustia, depresión o sentimiento de duelo universal. Algunas de estas personas pueden verbalizar estas preguntas internas, pero otros, no, aunque siempre les atraen temas relacionados con estas cuestiones.

El auditivo es asexual: sus fuertes deseos inmateriales disminuyen la libido, la fuerza vital

El auditivo es el más introvertido de todos, es un ser encerrado en el caparazón de su propio cuerpo. Todo el Yo auditivo está orientado a la contemplación de sí mismo dentro de sí mismo. El auditivo no tiene otras aspiraciones. Siempre esta volcado sobre sí mismo y sus estados personales. El auditivo es un egocéntrico absoluto. La extrema concentración del auditivo en sí mismo se debe a su intención de descubrir la Idea, oculta en lo inconsciente, dentro de sí mismo, es un intento de alumbrar con la conciencia el espacio inconsciente, concentrándose en enfocar la conciencia hacia lo que es inconsciente.

La extraversión, la salida hacia fuera en los auditivos se ve reflejada en la sublimación de los deseos auditivos en la realización como músico, filósofo, teólogo, físico o poeta.

El estado de confort absoluto para un auditivo es el silencio.

Neurosis del vector auditivo

Esquizofrenia

Realización del vector en la sociedad actual

- Físico
- Compositor
- Filósofo
- Teólogo
- Programador
- Poeta
- Astrónomo


Aficiones

El auditivo evita compañías y lugares ruidosos, prefiere el silencio y el aislamiento.
En su soledad, el auditivo frecuentemente llena su tiempo libre con música. Sus preferencias musicales se determinan por el estado del vector y pueden abarcar desde la música clásica (la satisfacción del vector auditivo realizado con temperamento no muy alto) hasta el rock duro (con lo cual reduce el sufrimiento a causa de la imposibilidad de sentirse lleno y realizado).

El auditivo es uno de los vectores de se dedican a la lectura, le gustan los libros. Sus preferencias literarias son: la poesía, la ciencia ficción, libros de filosofía y psicología. Estudia esoterismo, religiones, teología. Por las noches muchas veces no duerme, dedicándose a filosofar o contemplar el cielo nocturno. Le gusta contemplar las estrellas durante horas.

A la comunicación personal inmediata el auditivo prefiere la comunicación mediada por Internet: le resulta más fácil dirigirse a las personas que comparten su espacio o se encuentran cerca por escrito que hablando o gritando.

La palabra clave

Silencio.

El artículo está elaborado a base de los materiales de los talleres de psicología sistémico-vectorial de Yury Burlan.

Lea también: “El hermano menor del Auditivo en el cuadrante de la Información –el Visual”.

Publicado: 20 de junio de 2010

Traducido: 5 de febrero de 2011.